NARCISISMO Y PSICOPATÍA


Diferencia entre rasgos narcisistas y trastorno narcisista de la personalidad

El narcisismo, según la Real Academia Española de la Lengua (RAE) es la “manía propia del narciso” o la “excesiva complacencia en la consideración de las propias facultades u obras.” 

Narciso significa “hombre que cuida demasiado de su arreglo personal, o se precia de atractivo, como enamorado de sí mismo.” Aunque la RAE habla sólo del género masculino y hace referencia al hombre, se entiende que también se aplicaría a la mujer narcisista.

Por lo tanto, una persona puede tener rasgos narcisistas que forman parte de su personalidad, que en algunos casos puede generarle problemas interpersonales y, en otras, puede suponerle ventajas o beneficios en diferentes ámbitos. Es bueno quererse a sí mismo, saber valorarse y hacerse valer, pero siempre hasta cierto límite, es decir, que no llegue a ese exceso propio del narcisismo. 

Otra cosa es que estos rasgos lleguen a formar parte de un trastorno narcisista de la personalidad:

En primer lugar, hay que tener en cuenta la diferencia entre trastorno mental y enfermedad mental. El término trastorno mental es más amplio que el de enfermedad mental y se aplica a cualquier anormalidad o alteración genérica de salud mental, sea o no consecuencia de una alteración somática conocida. Mientras que el de enfermedad mental supone un proceso de afección caracterizado por la falta de salud, existen unas causas concretas (etiología) de la falta de salud.

Pues bien, según la clasificación oficial del DSM-5 (Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales), existen muchos tipos de trastornos mentales, entre los que se encuentran los trastornos de personalidad (tipo A y tipo B).

Uno de los trastornos de personalidad Grupo B es el Trastorno Narcisista de la Personalidad (TNP), que se diagnostica si la persona cumple los siguientes criterios:

Patrón dominante de grandeza (en la fantasía o en el comportamiento), necesidad de admiración y falta de empatía, que comienza en las primeras etapas de la vida adulta y se presenta en diversos contextos, y que se manifiesta por cinco (o más) de los hechos siguientes:

1. Tiene sentimientos de grandeza y prepotencia (p. ej., exagera sus logros y talentos, espera ser reconocido como superior sin contar con los correspondientes éxitos).

2. Está absorto en fantasías de éxito, poder, brillantez, belleza o amor ideal ilimitado.

3. Cree que es “especial” y único, y que sólo pueden comprenderle o sólo puede relacionarse con otras personas (o instituciones) especiales o de alto estatus.

4. Tiene una necesidad excesiva de admiración.

5. Muestra un sentimiento de privilegio (es decir, expectativas no razonables de tratamiento especialmente favorable o de cumplimiento automático de sus expectativas).

6. Explota las relaciones interpersonales (es decir, se aprovecha de los demás para sus propios fines).

7. Carece de empatía: no está dispuesto a reconocer o a identificarse con los sentimientos y necesidades de los demás.

8. Con frecuencia envidia a los demás o cree que éstos sienten envidia de él.

9. Muestra comportamientos o actitudes arrogantes, de superioridad.

El trastorno de personalidad narcisista es diagnosticado en un mayor porcentaje en hombres que en mujeres.

Conductas delictivas en que pueden incurrir:

Como consecuencia de este trastorno, estas personas pueden cometer delitos por sus mentiras y por utilizar a los demás en su propio provecho. 

Un estudio llevado a cabo por Esbec y Echeburúa (2010) concluyó que las reacciones violentas de las personas con este trastorno son consecuencia de una herida en su EGO. Los narcisistas, muestran una gran versatilidad criminal: pueden cometer delitos contra las personas (lesiones, homicidios, asesinatos...) delitos sexuales, delitos de estafa, de falsedades y de violencia de género o contra las mujeres (física o psicológica)

Estos autores hablan de posibles subgrupos dentro de este trastorno:

- Narcisista arrogante. Se caracteriza por tener fantasías grandiosas y desprecio hacia la sociedad. Suele cometer delitos de abuso sexual.

- Narcisista compensador. Se caracteriza porque trata de compensar su baja autoestima con la búsqueda del reconocimiento social a través de la violencia y de las conductas delictivas.

Narcisista maligno (Kernberg 1992): tiene muchas similitudes con el llamado "psicópata". Se  caracteriza por su YO grandioso y crueldad, pudiendo realizar conductas violentas muy graves.

Otros autores (Hart, 2001) consideran que pueden realizar acusaciones falsas creyendo que sus derechos han sido vulnerados, o hurtos.

Su motivación final es conservar un estatus que creer tener o responder ante una ataque personal a su propio ego (herida narcisista).  Por ello, la mayoría de estas personas delinquen en solitario. En muchos delitos contra la libertad sexual, esa exagerada autoestima, superioridad y su consecuente vulnerabilidad a cualquier ataque a su ego, pueden ser factores que les lleva a cometer esos delitos ante cualquier percepción de rechazo. En los delitos relacionados con la violencia de género o violencia doméstica, la agresión a la pareja o ex pareja suele causarla la intolerancia a aceptar el rechazo o abandono, no por el miedo a perder el vínculo afectivo. 

La jurisprudencia ha considerado que estas personas con TNP son plenamente imputables al cometer dichos delitos. Sólo en algunos casos se puede apreciar una disminución leve de la capacidad volitiva (capacidad de actuar conforme a su comprensión), que daría lugar a la aplicación de atenuantes analógicas que disminuirían la condena. 

Similitudes con el psicópata

Según la RAE, la persona psicópata (o sicópata) es quien padece una anomalía psíquica por obra de la cual, a pesar de la integridad de las funciones perceptivas y mentales, se halla patológicamente alterada su conducta social.

En épocas pasadas, los trastornos de la personalidad se consideraban psicopatías. Es decir, personalidades anómalas que sufren y hacen sufrir a la sociedad por su anormalidad (Scheneider, 1923).

Hoy en día existe controversia al equiparar la psicopatía con trastorno antisocial de la personalidad (TAP). Se considera actualmente que el psicópata es una forma de ser, con un trastorno antisocial de la personalidad. Es discutido que se diagnostique en una misma persona el trastorno antisocial de la personalidad y el trastorno narcisista de la personalidad, considerándose por algunos autores incompatibles. Aunque el psicópata sí presenta rasgos narcisistas. Por lo tanto, dependerá del diagnóstico que se realice. Una persona narcisista puede tener un TNP o un TAP (o ser un psicópata).

Además, la persona psicópata muestra un rasgo específico, al margen del TAP: su incapacidad para establecer relaciones afectivas con los demás, es decir, un déficit en la afectividad y en las emociones. 

Hare ( y otros autores) como continuador de la obra de Cleckley en la definición de la psicopatía, distinguió tres tipos de psicópatas:

- Primario: Sería el verdadero psicópata. Presenta un encanto superficial, inteligente e informal, sin delirios. Es mentiroso e incapaz de experimentar culpa o remordimiento, es egocéntrico e incapaz de amar. Con falta de juicio práctico o incapacidad de aprender de la experiencia y dificultad para seguir un plan de vida estable. Es una persona muy impulsiva.
- Secundario: Capaz de mostrar culpa y remordimiento y de establecer relaciones afectivas. Pero su conducta está motivada por problemas de tipo neurótico y tiene baja sociabilidad o conducta retraída. 
- Disocial: Presenta conductas antisociales, pertenece a un mundo marginal y con cultura propia. Tiene lealtad con su grupo y sentimiento de culpa y afecto.

El psicópata no está clasificado como tal en el actual DSM-V, pero se puede englobar según diversos autores, en el Trastorno Antisocial de la Personalidad, que conforme al DSM-V su diagnóstico es el siguiente:

Patrón dominante de inatención y vulneración de los derechos de los demás, que se produce desde los 15 años de edad, y que se manifiesta por tres (o más) de los hechos siguientes:

1. Incumplimiento de las normas sociales respecto a los comportamientos legales, que se manifiesta por actuaciones repetidas que son motivo de detención.
2. Engaño, que se manifiesta por mentiras repetidas, utilización de alias o estafa para provecho o placer personal.
3. Impulsividad o fracaso para planear con antelación.
4. Irritabilidad y agresividad, que se manifiesta por peleas o agresiones físicas repetidas.
5. Desatención imprudente de la seguridad propia o de los demás.
6. Irresponsabilidad constante, que se manifiesta por la incapacidad repetida de mantener un comportamiento laboral coherente o cumplir con las obligaciones económicas.
7. Ausencia de remordimiento, que se manifiesta con indiferencia o racionalización del hecho de haber herido, maltratado o robado a alguien.

Además, tiene como mínimo 18 años, existen evidencias de la presencia de un trastorno de la conducta con inicio antes de los 15 años, y el comportamiento antisocial no se produce exclusivamente en el curso de la esquizofrenia o de un trastorno bipolar.

Podríamos decir que el psicópata es una persona con trastorno antisocial de la personalidad y con una puntuación determinada en psicopatía según la escala Hare (PCL-R), que contempla los siguientes criterios a evaluar: encanto superficial, egocentrismo y grandiosidad, mentira patológica, búsqueda de sensaciones, manipulación, superficialidad emocional, falta de empatía, estilo de vida parasitario, ausencia de autocontrol, impulsividad, promiscuidad, relaciones de pareja breves, problemas previos de conducta, delincuencia juvenil, versatilidad criminal, revocación de libertad condicional, ausencia de culpa y remordimiento, estilo de vida inestable con ausencia de planes a largo plazo, incapacidad de aceptar la responsabilidad.

Un psicópata puede cometer delitos o no llegar a cometerlos, pero sí hacer mucho daño a su alrededor.  El psicópata o la persona con TAP puede cometer delitos similares a los de la persona con TNP: estafas, asesinatos, lesiones, agresiones sexuales, delitos de corrupción, violencia de género o violencia doméstica, etc.

Por lo tanto, hay que distinguir entre ambos trastornos descritos, que puede concurrir uno de ellos en una misma persona con rasgos del otro. Y también tener en cuenta que una persona puede tener algunos rasgos de psicopatía y no por ello ser una psicópata, o bien, tener un perfil narcisista pero no llegar a tener el trastorno específico.

Si nos encontramos con personas con dichos trastornos (que no son enfermas, sino que son maneras de ser, que se pueden tratar aunque no siempre son curables) lo mejor es alejarse de ellas, y de no poder ser posible por el contexto, tener el mínimo contacto y que sepan lo menos posible de nuestras vidas. Y si en algún momento nos damos cuenta que somos nosotros quienes cumplimos con algunos de los rasgos descritos, lo ideal es hacer una reflexión interior y tratar de mejorar esos aspectos o, en su caso, acudir a un profesional para que no interfiera negativamente en nuestras vidas ni en las de otras personas.


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Compagino mi trabajo como funcionaria A1 con mi pasión por la escritura | Jurista del Cuerpo Superior de Técnicos de Instituciones Penitenciarias | Licenciada en Derecho | Titulada en Criminología y Dirección y Gestión de Seguridad | Formación en igualdad y prevención de violencia hacia la mujer | Cinturón Negro Taekwondo | Expresidenta de la Asociación de Técnicos de IIPP | Amante de la lectura | Me gusta ayudar con las palabras

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