LOS PUNTOS DE NO RETORNO

Durante una conversación que tuve, se abordó el término del "punto de no retorno", y me pareció interesante escribir acerca del mismo, ya que lo que implica lo podemos ver hoy en día en la actualidad en diferentes ámbitos.

El término “punto de no retorno” o “punto de inflexión” se utiliza en varios contextos:

En el ámbito personal, el punto de no retorno sería aquel momento a partir del cual, un aspecto de la realidad de una persona cambia para siempre. Por ejemplo, cuando ocurre o experimenta algo en su vida que le hace mirar las cosas de otra manera, suponiendo un antes y un después definitivo. Por ejemplo, un accidente.

También ocurre cuando se conoce a una persona y a partir de un determinado suceso o situaciones reiteradas, algo cambia para uno mismo de manera definitiva respecto a la visión o sentimientos que se tiene hacia esa persona. Hay situaciones en que se haga lo que se haga, las circunstancias o lo que se siente ya no volverá a ser igual. Por ejemplo, una infidelidad, una mentira de algo importante o una situación muy dolorosa.

En el ámbito jurídico, el punto de no retorno supone, por ejemplo, que una disposición legal provoca una serie de acontecimientos que, independientemente de lo que se haga o se regule posteriormente, las consecuencias ya acontecidas son irreversibles. Como por ejemplo, el adelanto de excarcelaciones de condenados por delitos sexuales por una reforma penal.

Lo mismo cabe decir en el ámbito político, cuando una determinada decisión supone el punto de no retorno, como es la ejecución de una guerra con todas sus consecuencias.

En el ámbito de la salud, también hay puntos de no retorno en las enfermedades. Algo produce un clic que desencadena síntomas y problemas de salud. Por eso es tan importante cuidar la salud. Pero también en algunos casos, pueden darse puntos de no retorno que permitan salir de la enfermedad para siempre.

En las adicciones, por ejemplo, es el momento en que una conducta deja de ser controlable y se convierte en una necesidad, a partir del cual comienza el descontrol y el sufrimiento. Nunca sabes qué conducta es la que desencadenará ese punto de no retorno.

También lo sería la fuga y propagación de un virus mortal para el ser humano, como ocurrió con la pandemia por Covid-19, que supuso un punto de no retorno para muchas personas en varios aspectos de sus vidas.

En el ámbito criminológico, podría existir un punto de no retorno si alguien en sus primeros años de vida sufre tal maltrato físico y psicológico que su estructura cerebral, que en ese momento se está formando, cambia de tal manera y sin que existan otros factores protectores, que desarrolla más adelante un trastorno antisocial de la personalidad (psicopatía).

En el ámbito climático, se refiere al momento que implica el umbral crítico en el que una pequeña perturbación puede alterar al completo el estado o desarrollo de un sistema. Por ejemplo, hay estudios que apuntan a la posible cascada global de puntos de inflexión que se producirían a través de la circulación oceánica y atmosférica, o mediante retroalimentaciones que aumentan los niveles de gases de efecto invernadero y de la temperatura global. Para evitar la interacción entre esos puntos, habría que mitigar el calentamiento global, entre otras medidas.

En el ámbito de la navegación aérea, es el momento de un vuelo en el que, debido al consumo de combustible, el avión ya no es capaz de volver al punto de origen y solo tiene la opción de encontrar un nuevo destino.

En definitiva, los puntos de no retorno son hechos, conductas, vivencias, o una repetición de situaciones o pensamientos que hacen que pasemos a otra realidad diferente, empezamos a vivirla de forma distinta. 

Y hay ocasiones en que ya no es posible la vuelta atrás, como son los casos de acabar con la vida, de tener un hijo, de dejar todo para mudarse a otro país, de padecer una enfermedad incurable, de perder a una persona, de sufrir un hecho traumático, de hacer daño a alguien, de determinados cambios climáticos, etc. Todos los puntos de no retorno conllevarán unos nuevos pensamientos y una nueva visión de las cosas, que en algunos casos será destructiva y en otros, una nueva oportunidad para mejorar o para cambiar de vida para siempre.

Por ello, cuando se toman decisiones o se realizan determinadas conductas, han de ser previamente bien sopesadas y evitar actuar por la satisfacción del momento o sin pensar las consecuencias a largo plazo, porque algunas de esas decisiones o comportamientos, sean acumulados o aislados, supondrán el punto de no retorno definitivo.

Cuándo ya se ha llegado al punto de no retorno, lo único que se podrá hacer, si las consecuencias son negativas, es aprender de la situación pasada para evolucionar o para prevenir consecuencias futuras peores, aceptar los hechos acaecidos para poder, desde el presente, mitigar al máximo los efectos negativos, tomar medidas para lograr una nueva situación más beneficiosa o adaptarse a las actuales circunstancias para aprender a convivir con ellas centrándose en lo positivo, o encontrar soluciones que ayuden a mejorar la situación.

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Compagino mi trabajo como funcionaria A1 con mi pasión por la escritura | Jurista del Cuerpo Superior de Técnicos de Instituciones Penitenciarias | Licenciada en Derecho | Titulada en Criminología y Dirección y Gestión de Seguridad | Formación en igualdad y prevención de violencia hacia la mujer | Cinturón Negro Taekwondo | Expresidenta de la Asociación de Técnicos de IIPP | Amante de la lectura | Me gusta ayudar con las palabras

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