LA NEGACIÓN DEL MACHISTA

(Foto sexista a propósito)

La persona con valores e ideas machistas interiorizadas, siempre tratará de justificar su comportamiento machista o actitud violenta contra una mujer, con alguna o todas de las siguientes estrategias irracionales de justificación:

- Negación de los hechos. No asunción de la responsabilidad. 

- Minimización de los hechos. Rebajar la gravedad del comportamiento restándole importancia.

- Culpabilización de la víctima. Considerar que su comportamiento es culpa de la actitud de la víctima. Victimización.

- Negación del daño ocasionado. Falta de empatía con la víctima y ausencia de conciencia de los efectos de su comportamiento.

Y es que un hombre que se considera superior a la mujer o que abusa de su posición laboral o social de superioridad, considerará que puede hacer lo que quiera con ella o con la trabajadora. Una persona así no pide consentimiento para hacer lo que él considere normal, como por ejemplo, forzar un beso en la boca mientras le sujeta la cabeza sin que ella muestre signos de que consienta dicho acto, porque en su fuero interno (y esto es lo grave) cree que es normal su actitud, que no es algo grave o que pueda intimidar a la víctima. Más graves son los casos en que además el machista es psicópata.

El hombre machista y/o agresor contra una mujer, nunca aceptará la responsabilidad real de sus actos en un primer momento (y mucho menos si no atraviesa un proceso terapéutico o de reflexión profunda tras tocar fondo) y tratará de justificar por todos los medios su conducta, incluso mintiendo públicamente y echando la culpa de su comportamiento a la mujer, faltando a la verdad con tal de no verse involucrado en un acto delictivo o disciplinario, o porque no puede soportar que su entorno cercano y familiar sepa una verdad que le perjudicaría.

El hombre que es machista utiliza constantemente frases y conductas relacionadas con los "cojones" o "huevos" porque enfoca los éxitos entorno a lo fálico, a lo masculino (androcentrismo), como muestra de superioridad masculina. 

También rechazará el lenguaje inclusivo, considerando que la expresión correcta, por ejemplo, no es "campeonas" para referirse a un equipo de fútbol femenino que gana por primera vez en la historia española un campeonato mundial, sino que debe utilizarse la expresión "campeones" porque en el equipo técnico también hay hombres y porque el entrenador hombre es el importante. Considerará que el género gramatical masculino (aunque para este caso la RAE permita la expresión en femenino y existan leyes de igualdad que abarcan la eliminación del lenguaje sexista) es el que debe dominar, invisibilizando así con el lenguaje a las mujeres que componen el equipo que juega en el césped, el avance de la mujer en el fútbol, el hito histórico del futbol español femenino. Le restará importancia, porque para él lo importante es quiénes están detrás, los hombres.

Los hombres machistas que se mantienen en puestos de poder, se mantienen gracias al apoyo de otras personas con sus mismas ideas, que les aplauden, les refuerzan sus conductas o que prefieren permanecer a su lado por miedo a las represalias o por obtener algún beneficio. 

Los hombres machistas siempre tratarán a la mayoría de las mujeres como objetos con los que beneficiarse de alguna manera y cuando ellos quieran, las considerarán inferiores a ellos y las castigarán cuando les hagan frente, porque ellos no van a permitir que una mujer les contradigan, les critiquen o puedan estar por encima de ellos de alguna manera. Los hombres machistas invalidarán las emociones de las mujeres, no se pondrán en su lugar, porque lo importante son ellos y su forma de ver las cosas, no lo que ellas puedan sentir y pensar. Al no considerarlas iguales y verlas más débiles, restarán importancia a lo que ellas dicen y no les interesará cómo pueden hacerlas sentir, porque consideran que lo emocional es de débiles, de "maricas", de chicas. 

Muchas mujeres hemos sufrido actos machistas, besos forzados sin consentimiento que te dejan en shock, comportamientos o comentarios inapropiados en contextos laborales y de superioridad jerárquica. También muchos hombres han sufrido estos comportamientos por parte de mujeres u hombres, igual de reprochables, incluso muchos hombres (sesgo machista) no lo consideran una ofensa, sino algo gracioso si se lo hace una mujer. 

Muchas mujeres entendemos que muchos hombres han sido educados y criados en ambientes machistas, donde han interiorizado conductas que han visto en otros hombres, normalizándolas y sin desarrollar habilidades emocionales y de control de impulsos, mientras el silencio del contexto reforzaba sus comportamientos.

Entendemos que algunas conductas a veces pueden ser desafortunadas, pero que lo esencial es que se asuman los hechos, se pidan disculpas y se trate de reparar el daño. Lo que no se puede permitir es que se nieguen los hechos con mentiras, sobre todo en posiciones de poder y sin respetar las normas y leyes, que se siga faltando al respeto y se perpetúe la situación de abuso de superioridad de unos sobre otros por "los cojones".

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Compagino mi trabajo como funcionaria A1 con mi pasión por la escritura | Jurista del Cuerpo Superior de Técnicos de Instituciones Penitenciarias | Licenciada en Derecho | Titulada en Criminología y Dirección y Gestión de Seguridad | Formación en igualdad y prevención de violencia hacia la mujer | Cinturón Negro Taekwondo | Expresidenta de la Asociación de Técnicos de IIPP | Amante de la lectura | Me gusta ayudar con las palabras

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