PERFIL DELICTIVO DEL DELINCUENTE ECONÓMICO
Dicho análisis se basó en la comparación de una muestra 350 personas condenadas por delitos económicos, otra de 332 personas condenadas por delitos comunes y otra muestra de 80 empresarios/as a quienes no se les impuso ninguna condena.
PERFIL SOCIODEMOGRÁFICO Y CRIMINOLÓGICO:
– El 91,1% de los delincuentes económicos son españoles.
– Las infracciones penales más frecuentemente encontradas: las defraudaciones y falsedades, seguidas de los delitos contra la Hacienda Pública y la Seguridad Social, los delitos contra la Administración Pública, las insolvencias punibles y el blanqueo de capitales.
– Están en mayor porcentaje casados/as.
– Viven más frecuentemente con su pareja y su descendencia.
– El grupo del ámbito empresarial muestra mayor nivel educativo, seguido del grupo de delincuencia económica.
– Muestran más estabilidad en el empleo que quienes cometen delitos comunes.
– En el último empleo, están más representados en categorías con mayor autonomía o emprendimiento que quienes cometen delitos comunes.
– La cualificación profesional en su último empleo es significativamente superior al grupo de delincuencia común. Los ingresos anuales son también más altos.– En cuanto a infracciones diferentes del delito, las de tráfico son más frecuentes en empresarios/as que entre quienes cometen delitos económicos. Las infracciones impuestas por la Hacienda Pública son más frecuentes en delincuencia económica.
– Existen diferencias significativas en los factores de riesgo en la infancia asociados a la delincuencia común, afectando mucho más a esta que a la económica. Esto es así en todos los grupos: muerte y abandono de alguno de los progenitores, historial de violencia y delictivo de los progenitores, alcoholismo y consumo de drogas en la familia, maltrato físico, psicológico, abusos sexuales y violencia familiar.
– Diferencias significativas en los factores de riesgo en la adultez, como el consumo de drogas, policonsumo, vivencias de divorcio, despidos y crisis personal en los últimos cinco años. Padecen más crisis profesionales y familiares.
– De entre quienes consumen drogas, el consumo de alcohol (18,8%) y cocaína (33,3%) es superior en el grupo de delitos económicos que en el grupo de delincuencia común. La edad media de inicio en el consumo de drogas es superior en el grupo de delincuencia económica.
– La frecuencia de problemas psicológicos es similar entre los tres grupos.
– Ha tenido menos intentos de suicidio antes de cometer el delito (6,7%) que el grupo de delitos comunes (16,9%) y más que los empresarios/as, que no han tenido ninguno.
PENAS, CONDENAS Y CARRERA DELICTIVA:
– La media de duración de la condena es algo inferior a la del grupo de delitos comunes (2.141,32 días).
– La pena privativa de derechos impuesta de forma mayoritaria es la de inhabilitación especial para ejercer el derecho de sufragio pasivo.
– Se les impone de forma más frecuente la condena al pago de responsabilidad civil, y más elevada.
– Únicamente en el 21% de los delitos económicos resultó condenada la empresa.
–Presentan menos antecedentes por condenas anteriores que el grupo de delincuencia común.
– La carrera delictiva parece menos especializada (el 65% cometió un delito económico previo).
PERFIL PSICOLÓGICO:
– Creencias en un mundo justo: no hay diferencias significativas, pero se observan puntuaciones más altas que en el grupo empresarial (justificación de un sistema económico y social desigual, es decir, las personas privilegiadas justificarían la desigualdad basándose en los méritos de cada individuo, pero también las personas de ámbitos marginales justificarían por ello su imposibilidad de mejorar).
– Dominancia social: puntúan más bajo que el grupo de empresarios/as y de delitos comunes.
– Valores personales: tiene puntuaciones más bajas en las variables de logro y hedonismo, y más altas en la variable de conformidad. Tiene puntuaciones más bajas que el grupo de empresarios/as en el valor personal del poder, y más altas en el valor personal de tradición. Y puntúan más bajo en el valor de estimulación que quienes cometen delitos comunes.
– Personalidad: puntuaron más alto en el rasgo de amabilidad que los otros grupos. En cuanto a responsabilidad, puntúan más alto que quienes cumplen por delitos comunes y no hay diferencias con los empresarios/as. En estabilidad emocional, puntuaron más alto que los delincuentes comunes.
– Sensación de poder: en el factor “poder duro” puntuaron más bajo que los empresarios.
– Competencia emocional: puntúan alto en competencia emocional intrapersonal, pero reflejan mayor dificultad que los empresarios/as en identificar las emociones de los demás (interpersonal).
– Triada oscura de la personalidad: respecto a la escala maquiavelismo, resulta llamativo que tengan menor puntuación que los otros grupos. En cuanto a la escala psicopatía, puntúan más que los empresarios/as pero menos que los que cometen delitos comunes. Y en relación con la subescala de narcisismo subclínico, puntuaron más bajo que el resto de los grupos.
– Desapego moral: tiene puntuaciones más altas que el del grupo de empresarios/as y más baja que el de los delitos comunes.
– Patrón tipo A: puntúan significativamente más bajo que quienes tienen delitos comunes, posiblemente debido a la importancia de la hostilidad y el estrés como respuesta a situaciones laborales y competitivas.
DIFERENCIAS DE GÉNERO:
– Las mujeres, significativamente más que los hombres, viven con sus hijos/as y otros familiares y con la familia de origen, en lugar de con su pareja que es más habitual en los hombres.
– Antes de cometer el delito, las mujeres se encontraban menos que los hombres en puestos gerenciales y de dirección, y ocupaban más puestos técnicos o básicos en el sector de la restauración, seguridad o ventas.
– En cuanto a factores de riesgo en la infancia, las mujeres, significativamente más que los hombres, fueron abandonadas por su padre, madre o ambos, tienen más antecedentes de delincuencia del padre, más antecedentes familiares o del padre en delitos económico, y han sufrido más maltrato físico y psicológico en la infancia.
– En cuanto a factores de riesgo en la adultez, como las crisis personales sufridas en los últimos cinco años, las mujeres sufren más crisis relacionadas con enfermedades físicas o psicológicas, violencia o maltrato que los hombres, cuyas crisis son más profesionales, económicas o familiares.
– En cuanto a las diferencias psicológicas, las mujeres tienen puntuaciones mucho más bajas que los hombres en la variable de valor personal de poder; y puntuaciones más altas que los hombres en las variables de valor de benevolencia, en valor de tradición y en el rasgo de personalidad de amabilidad.
DIFERENCIAS EN EL AJUSTE PENITENCIARIO:
– El consumo de drogas en prisión es inferior que en delincuencia común, al igual que los intentos de suicidio (1,7%) y las actividades que realizan en el centro penitenciario.
– Desarrollan más actividades orientadas a la formación profesional y laboral, y actividades ocupacionales o culturales.