CONSEJOS PARA SOBRELLEVAR EL ESTADO DE ALARMA

En estos momentos de confinamiento y restricción de actividades fuera del hogar, es necesario tener varias cosas en cuenta para poder sobrellevar de la mejor forma posible este periodo de tiempo y evitar que los sucesos dramáticos, que por desgracia están ocurriendo, nos afecten más de lo necesario. 
Por eso vamos a centrarnos aquí solamente en lo que depende de nosotros mismos y en los aspectos que puedan ayudarnos a estar mejor. 

1. Reduce todo lo que puedas la exposición a acontecimientos negativos. 

Nos vemos inundados de malas noticias, de datos entristecedores y sufrimiento de muchas personas. Intenta ver, leer o escuchar sólo las noticias imprescindibles cada día para estar informado de la situación. Pero no estés continuamente buscando información de lo mismo porque saturarás tu cerebro y tendrá consecuencias negativas para tu salud mental y como consecuencia también para tu salud física. 

Hay que evitar en la medida de lo posible las emociones negativas. No estés hablando siempre de lo mismo ni estés constantemente quejándote o buscando culpables, sólo te hará sentir peor y desaprovecharás la oportunidad de centrarte en ti, de curarte si estás enfermo y gastarás energías en cosas que no puedes cambiar. Céntrate en lo que sí puedes modificar. 

También evita los conflictos con las personas con las que convivas o te relaciones. Sobre todo si tú o ellas sufren alguna enfermedad o están pasando por un mal momento. Es bueno desahogarse, expresarse u opinar, pero hasta cierto límite. No seas alguien tóxico para otros y no tengas relación con quien lo sea para ti y te perjudique. 

2. Desconecta de vez en cuando del mundo exterior. 

Céntrate en otras actividades y cosas que tengas a tu alcance y que no tengan que ver con la situación del estado de alarma. Lee libros, realiza ejercicio físico en tu hogar, juega con tu familia, tu mascota o con otro tipo de juegos. Distráete con películas, series, documentales... Escribe, medita, haz ejercicios de relajación, ordena la casa, limpia, escucha música, aprende nuevas cosas, date un baño relajante... 

Haz aquellas cosas que quizás no podrías hacer con la rutina del día a día en situaciones normales, aprovecha para dormir más, redecora la casa, arregla cosas y tómate tiempo para ti. Trabaja cuando tengas que hacerlo, con las medidas adecuadas. Crea tu propio espacio de trabajo, ponte horarios y procura no distraerte mientras. Pero si no puedes trabajar, sólo céntrate en que más adelante todo irá bien. Sólo en eso. 

No te obsesiones con nada ni nadie. No generes rabia en tu interior constantemente, no insultes ni generes enfrentamientos en estos momentos. Al final te perjudicará a ti mismo derrochando energía en pensamientos y sentimientos negativos. 

3. Aprovecha la situación para evolucionar. 

Es tiempo para valorar las cosas que son verdaderamente importantes, de preocuparse por quienes te importan y les importas, de sobrevivir y de cuidarse más que nunca. Es momento para valorarte, desarrollar la empatía, para hacer autocrítica y analizar aquello que no te gusta de tu vida y buscar soluciones para que eso cambie. Siempre se puede aprender a ser mejor y a quererse más a sí mismo. 

Haz una lista de todo aquello que realmente te hace sentir bien, de lo que quieres llevar a cabo en la vida, de las personas que te hacen bien y de las pequeñas cosas del día a día que te dan felicidad. Pon tu atención en todas ellas, y las que no puedas hacer ahora, ten la esperanza de poder realizarlas más adelante. Visualiza tus sueños y ten claro lo que no quieres en tu vida. Aprovecha este tiempo para replantearte lo que sea necesario y para disfrutar aquello que puedes hacer ahora con más facilidad que en otras situaciones. 

Puedes escribir todos tus pensamientos y emociones en papel las veces que sea necesario, para después romperlo en pedazos y así vaciar y limpiar tu mente. Desarrolla tu imaginación y creatividad. Ayuda a mejorar la situación o a otras personas siempre que te sea posible. 

4. Cuídate. 

Sigue una rutina diaria como antes, o al menos diseña alguna. No vistas todo el día con el pijama, cambia de ropa, haz estiramientos diarios, muévete dentro de casa o sube y baja las escaleras si tienes que salir necesariamente. Aprovecha esas salidas que puedas hacer para respirar hondo y cumplir las normas dictadas por las autoridades. 

Cuida tu alimentación y tu higiene. Extrema ésta cuando salgas y entres en el domicilio siguiendo las recomendaciones de los profesionales y autoridades sanitarias. Sé responsable y evita los contactos sociales en la medida de lo posible. Guarda un metro de distancia y lávate a menudo las manos para protegerte a ti y a los demás. Ventila bien tu hogar, intenta que te dé el aire y el sol en la cara a través de ventanas, puertas, balcones o terrazas. Si tienes mascota mantén su higiene con más frecuencia. Quédate en casa todo lo que puedas. 

5. Mantén las relaciones sociales por los medios que dispongas. 

Aprovecha este tiempo para afianzar tus relaciones con quienes convivas, intentando evitar las discusiones. Si puedes, ten de vez en cuando tu propio espacio y tiempo de soledad. Si tienes problemas con quienes compartes espacio, intenta mantener la distancia que te permitan las circunstancias y si es necesario pide ayuda. 

No pierdas contacto con tus amistades, familia y compañeros. Habla con ellos a través del teléfono, de videoconferencias, mensajes y redes sociales de vez en cuando. Tú necesitas su apoyo y ellos el tuyo. No te aísles completamente y no trates de contactar con gente que no te hace bien o se ha portado mal contigo. Si aun así decides contactar, valora si a largo plazo será contraproducente o no y si esa persona realmente se arrepiente del daño realizado y tienes la seguridad de que no volverá a ocurrir. Si eres tú quien se siente culpable por un daño que has realizado, pide perdón. 

6. Despídete de personas que se hayan ido desde donde estés. 

Si no pudiste despedirte de alguien que desgraciadamente haya dejado este mundo, puedes hacerlo mediante la escritura expresando todo lo que querías decirle y sientes, o mediante algún ritual y si puedes en contacto con otras personas aunque sea por medios informáticos o telefónicos. Date tu tiempo de duelo y acepta el presente tal y como es lo antes posible. Intenta focalizarte en las cosas buenas que tienes en tu vida y que has conseguido, y mira siempre hacia adelante. 

7. Consejo final. 

Siempre, siempre y siempre piensa en que todo va a salir bien, pase lo que pase. Tendrás más probabilidades de que así sea y desarrollarás resiliencia. 

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Compagino mi trabajo como funcionaria A1 con mi pasión por la escritura | Jurista del Cuerpo Superior de Técnicos de Instituciones Penitenciarias | Licenciada en Derecho | Titulada en Criminología y Dirección y Gestión de Seguridad | Formación en igualdad y prevención de violencia hacia la mujer | Cinturón Negro Taekwondo | Expresidenta de la Asociación de Técnicos de IIPP | Amante de la lectura | Me gusta ayudar con las palabras

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