HACE 9 AÑOS QUE . . .

Este mes comparto la siguiente historia-reflexión, dos acontecimientos que viví hace 9 años y que estuvieron relacionados: mi traslado definitivo a Madrid y el dejar de ser una drogadicta del tabaco.

Seguro que a muchas personas les habrá ocurrido algo parecido o les podrá ocurrir. Y es que cuando cumplí 30 años, sufrí una especie de “crisis de los treinta”, porque me di cuenta de que no estaba haciendo lo que realmente deseaba...

Después de aprobar una oposición A1 y trabajar en varias ciudades, conseguí una plaza por concurso en mi tierra natal. Estuve allí un año, pero algo no funcionaba bien. Sentía en lo más profundo de mi ser que ese no era mi lugar, sí lo era para ir de vez en cuando, pero no para vivir y trabajar. No era feliz, no me sentía realizada, no me veía a nivel personal allí. 

Me di cuenta que echaba de menos vivir en Madrid, donde estuve en dos etapas anteriores (mientras me preparé el segundo año de la oposición y cuando ya era funcionaria durante el desempeño de un puesto). Así que tomé la decisión y moví hilos para intentar volver a Madrid, aunque fuera a un puesto de trabajo que no fuera el ideal o el que a mí me gustaría. Pero era el primer paso que tenía que dar, no podía esperar más. El tiempo pasaba. Y así lo hice; volví en comisión de servicios.

En 2015 me mudé definitivamente a Madrid y dejé de fumar.

Hace 9 años también puse fin a la esclavitud de la droga de la nicotina, del tabaco que intoxicaba mi cuerpo y hacía a mi cerebro ser adicto. También llevo todos estos años soñando de vez en cuando que fumo y, es tan real, que en el propio sueño me decepciono muchísimo conmigo misma por volver a caer, me siento frustrada, sintiendo un tremendo retroceso en mi vida. Pero cuando me despierto me doy cuenta, aliviada, que en realidad no había recaído, y siento la certeza de que nunca volveré a ser una drogadicta.

Me siento muy orgullosa de esa superación aunque lo consiguiera al cuarto intento, pero nunca me rendí en lograrlo. Probé reducir paulatinamente las dosis de esta droga, me pasé a cigarros mentolados… pero lo que más me ayudó (y que comparto por si puede servir para quien desee dejar de fumar) fueron los siguientes métodos y circunstancias:

  • Chicles de nicotina (sin fumar, y reduciendo los chicles paulatinamente).
  • La clave para mí fue centrarme en los beneficios que conseguiría a corto, medio y largo plazo al dejar de fumar radicalmente (no vale fumar 1 al mes o “socialmente”). Para ello me ayudó en la motivación descargarme una app en el móvil sobre dejar de fumar (no recuerdo el nombre).
  • La normativa cada vez más estricta con los años de no fumar en los espacios cerrados.
  • Aprovechar el cambio de ambiente, al trasladarme a Madrid, para motivarme más. Esto implica varias cosas muy beneficiosas para superar la ansiedad psicológica, tras pasar el síndrome de abstinencia físico: estar con personas que no fuman (y distanciarse físicamente de quienes lo hacen durante esos momentos), vivir en un piso donde no había fumado previamente, tener otros hábitos al cambiar de trabajo y ciudad, y hacer deporte en un sitio nuevo.
  • Evitar salir de ocio con consumo temporalmente hasta que la ansiedad se reduzca lo suficiente, ya que esos momentos se asocian con fumar. Evitar en la medida de lo posible situaciones estresantes y llevar una alimentación equilibrada.

Sufrí ansiedad, sí, pero es que a veces es necesario pasar ese proceso ansioso y ese síndrome de abstinencia para que a futuro se mejore la salud. Hay que aguantar y tolerar esas sensaciones molestas hasta que tu sistema nervioso se habitúe, y con el paso del tiempo y nuevos hábitos (nuevas conexiones neuronales) cada vez se hace más fácil. 

Tenía muy claro que en este intento no podría volver a caer en errores del pasado: ni un solo cigarro ni “calada”, por muy aislado que fuera. Jamás ha de ser jamás. Y es que el cerebro, según las investigaciones científicas, aunque tenga plasticidad neuronal, tiene ciertos “receptores neuronales de la nicotina” que jamás van a desaparecer (ni con ninguna droga a la que se haya sido adicto) pero que puedes conseguir que estén “dormidos”. Por eso, cuando una persona adicta vuelve a consumir una droga, es muy fácil que vuelva a engancharse, porque el cerebro “recuerda” y pone en marcha de nuevo los mecanismos de tolerancia y abstinencia. Cada vez querrá más.

Con el paso de los años me sentí tan liberada, que no era consciente en el pasado de que no era libre, era esclava del tabaco. Era una pérdida de salud, dinero y tiempo. El olor es asqueroso y ahora no lo soporto, lo distingo con mucha distancia, porque uno de los beneficios de dejar de fumar es que los sentidos del olfato y el gusto se recuperan. Igual pasó con mi energía, mi capacidad pulmonar y el estado de la piel, que mejoraron. Ya no siento esa ansiedad por fumar, por ir a comprar, por la falta de tabaco, por encontrar un mechero, por alejarte de personas con las que estás en un evento o salida por salir a la calle a fumar aunque te mueras de frío. Era absurdo. He reducido mis probabilidades de desarrollar cáncer y otras enfermedades, he fortalecido mi sistema inmunológico y aumentó mi autoestima y capacidad de superación para otras cosas. La salud (física y mental) siempre debe ser lo primero.

Y es que se sabe que cuando superas algo o consigues un reto u objetivo, obtienes fuerzas y motivación para otras cosas y situaciones.

Además, trasladarme a Madrid para vivir y trabajar me originaba también un sentimiento de libertad, e hizo que se desencadenaran otra serie de circunstancias, unas buenas y otras malas, que me llevaron a evolucionar. Pero esa es otra historia que, en otro momento, quizás contaré.  

En definitiva, sé que no volveré a fumar, pero no sé si viviré por siempre en Madrid, porque la vida da muchas vueltas. Pero estos dos acontecimientos han sido de las mejores decisiones que he podido tomar en mi vida. Al menos, así lo siento a día de hoy. 

Espero que esta historia-reflexión te motive para que tú también te veas capaz de superar aquello que te propongas, aunque cueste, y que nunca pierdas de vista todo aquello que has conseguido y superado en tu vida. Si has podido con eso, podrás con otras cosas.

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Compagino mi trabajo como funcionaria A1 con mi pasión por la escritura | Jurista del Cuerpo Superior de Técnicos de Instituciones Penitenciarias | Licenciada en Derecho | Titulada en Criminología y Dirección y Gestión de Seguridad | Formación en igualdad y prevención de violencia hacia la mujer | Cinturón Negro Taekwondo | Expresidenta de la Asociación de Técnicos de IIPP | Amante de la lectura | Me gusta ayudar con las palabras

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